La riqueza de la cultura y su variedad proviene de la gente, una de las más étnicamente diversas del mundo. El sur tuvo una gran afluencia de inmigrantes de Alemania, Italia, Rusia, Polonia e incluso Ucrania, en menor medida.

São Paulo es un crisol de culturas y razas, no hay mejor definición para ello. Además de un poco de todo, hay una gran comunidad japonesa en el estado: italianos, árabes, españoles, portugueses y judíos, solo por nombrar algunos. Caminar por las calles de São Paulo es un ejercicio increíble para adivinar la herencia étnica de las personas.

De hecho, su historial de inmigración es similar al de Nueva York. La diferencia es que los matrimonios interraciales han sido comunes en São Paulo casi desde su fundación. Este nivel de mezcla produjo lo que nos gusta llamar un tipo de persona único: ¡brasileños!

Río de Janeiro y Bahía, en mayor grado, tienen una gran población negra. Los indígenas fueron empujados a la región Central, hacia la selva amazónica.

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